Entre los meses de diciembre y febrero fui invitada por Orillas Nuevas a surfear olas de escritura de un grupo de artistas y programadores culturales.
En un primer momento, mi intervención se basó en un diagnóstico de sus escritos teniendo en cuenta su estructura, tono e intención. Me encontré con textos interesantísimos, proyectos novedosos y sensibles. Me propuse identificar sus fortalezas, hacer crecer sus escritos y presentaciones e ir complejizando, con el tiempo, algunas de sus ideas.
Los temas, sorpresivamente, tienen mucho que ver entre sí. Navegan entre investigaciones sobre el territorio y la emergencia ambiental; sobre las condiciones de habitabilidad que determinan un “nosotros”; sobre perspectivas feministas y disidentes aplicadas; sobre las posibilidades del archivo -en términos de forma y recurso- para el arte contemporáneo; sobre la divulgación de ideas científicas a través de las artes. En definitiva: inclusión, cuidado, emergencia. Hay cuerpo y hay pensamiento. Hay registro y también paso a la acción.
Algunos de los proyectos que fueron seleccionados están diagramados, correctamente redactados y en vías de desarrollo. Otros comienzan a ser una idea cada vez más concreta que va delineando su silueta en cada encuentro intensivo, mentoría o taller que colabora en su cuestionamiento. A lo largo de los encuentros, fuimos testigos de momentos de simbiosis y ayuda mutua. Grupalmente le hicimos preguntas a los textos para que, en definitiva, puedan hacerle justicia a un buen proyecto.
La escritura en casi todos los casos atravesó momentos de creación y tiempos de latencia. Oleadas creativas y decantos necesarios para que el texto madure. Pero el clima de efervescencia creativa no deja de percibirse en el aire porque el impulso que supone que tres instituciones como el Institut français d’Argentine, Fundación Williams y Fundación Medifé se unan para potenciar y concretar ideas ajenas, ubica a Orillas Nuevas como un programa profesional, necesario y presente en medio de nuestra emergencia cultural.
Por Maite Paramio.


