La semana intensa e intensiva de l’Atelier trató de ser un justo equilibrio entre la aceleración de los proyectos y las necesidades de permanecer en una misma unidad de tiempo/espacio para crear. Darnos el tiempo de conocernos, de tejer lazos nuevos, de resignificar los vínculos ya existentes y dejar suficiente tiempo y espacio a que puedan surgir nuevas formas.
Esto estuvo en el inicio del programa Orillas Nuevas cuando lo empezamos a imaginar y diagramar. La creación necesita recursos –dinero, obviamente- pero también necesita el tiempo disponible de los artistas, que en el contexto actual están sometidos cada vez más a la necesidad de multiplicar trabajos, oficios y tareas. Entonces, pensé que el propósito de Orillas Nuevas también era ofrecer un paréntesis para que la innovación se exprese en todos sus sentidos, los conocidos, y los desconocidos.
La semana de l’Atelier nos dio la posibilidad de estar presentes todos juntos en un mismo espacio y tiempo para un solo propósito común. Al final, los participantes lo vivieron como un oasis de creación y desarrollo, una pequeña aldea dentro de un contexto adverso.
“You are at the right place!” dice una guionista francesa a un equipo de creación de una película argentina durante una mentoría. Ellos tienen la legitimidad para desarrollar esta animación y se expresan con un tono de voz justo. De vuelta surge la imagen del lugar desde dónde hablamos. Expresarse como artistas desde un lugar genuino y propio para salir a establecer vínculos con los demás. Es este justo equilibrio que anhelamos: que Orillas Nuevas pueda ser lo suficiente estimulante hacia adentro para multiplicar hacia afuera las conexiones del arte y la cultura con su público.
